El regreso al trabajo después de la maternidad

El regreso al trabajo después de la maternidad

El regreso al trabajo tras la maternidad es un reto tanto físico como emocional para muchas madres. Después de varios meses de descanso y de plena dedicación a la crianza de su hijo o hija, volver a la rutina de trabajo puede provocar en ellas una gran cantidad de incertidumbres y de preocupaciones. El equilibrio entre el trabajo y la vida familiar es una de las principales inquietudes de las madres que tienen que reincorporarse al mundo laboral. Además, ser capaz de gestionar la separación del bebé y las necesidades de lactancia constituyen un reto añadido. No obstante, con las estrategias correctas, se puede lograr un equilibrio que permita que las madres se sientan cómodas y felices tanto en su trabajo como en su papel de madres.

Este artículo proporciona una serie de consejos y estrategias fundamentadas en la psicología y en la experiencia de expertos en el ámbito de la salud mental, con la finalidad de ayudar a las madres en el manejo de este periodo de transición con seguridad y bienestar.

La importancia de preparar el regreso al trabajo después de la maternidad

El regreso al trabajo no es un proceso que deba tomarse a la ligera. Sino que necesita una preparación tanto emocional como física y práctica para poder manejar los cambios que esto implica. Desde un punto de vista psicológico, las madres que se preparan de forma apropiada para este cambio sienten una mayor satisfacción y una menor ansiedad al retomar sus obligaciones profesionales.

Para poder conseguir una buena preparación, esta debe iniciarse desde el embarazo, momento en el que es apropiado considerar las alternativas de permiso por maternidad, así como las políticas laborales disponibles. Es necesario tener en cuenta el tiempo de descanso requerido, junto con las posibilidades de horarios flexibles o el trabajo a distancia, para una mayor tranquilidad. Además, es fundamental organizar con anticipación la logística familiar, como por ejemplo, quien se va a encargar del cuidado del bebé durante el día o si se recurrirá a servicios de guardería. Tener claro todos estos aspectos ayudará a disminuir el estrés de los primeros días de trabajo.

Manejo de la separación del bebé

Una de las mayores preocupaciones de las madres es la separación de su bebé al regresar al trabajo. Este proceso puede generar un fuerte impacto emocional en ellas, dado que las madres a menudo se sienten culpables por no tener la oportunidad de estar ahí durante todo el tiempo que desearían. Desde una perspectiva psicológica, es fundamental entender que la separación no representa un reflejo del cuidado o del amor que se siente por un hijo, sino que se trata de una etapa que puede ser ventajosa para la madre y para el bebé a medida que ambos se van adaptando a los nuevos ritmos y a los nuevos roles.

Establecer una rutina de despedida positiva:

Con el objetivo de reducir el estrés tanto para la madre como para el bebé, es esencial establecer una rutina de despedida que resulte amorosa y consoladora. Algunos de los rituales que podrían utilizarse serían: abrazar al bebé, hablarle de forma calmada y ofrecerle algún objeto que le resulte confortable, todos estos pueden contribuir a que ambos se sientan más cómodos durante el proceso de separación.

Comunicación abierta con el cuidador o la guardería:

Es vital que las madres confíen en las personas que se van a encargar de cuidar a su bebé. Mantener una comunicación de forma constante con el cuidador o con la guardería proporciona la tranquilidad y la seguridad de conocer como está el bebe durante el día y si este se está ajustando de forma adecuada a la nueva rutina.

Permitir tiempo de adaptación:

La transición hacia el cuidado externo debe realizarse de manera gradual. En los primeros días de regreso al trabajo, se aconseja comenzar con horarios de trabajo más reducidos o hacer alguna visita al sitio donde el bebé se quedará para acostumbrarse a la nueva rutina. Esto contribuye a que tanto la madre como el bebé se adapten gradualmente y sin excesiva ansiedad.

El regreso al trabajo y la lactancia

Uno de los aspectos que más preocupa a las madres que quieren mantener la lactancia tras su retorno al trabajo es cómo combinar la alimentación del bebé con su horario de trabajo. Es fundamental tener en cuenta que la lactancia materna es esencial tanto para la salud del bebé como para la madre, por lo que encontrar métodos para conservarla es un desafío que muchas madres consiguen lograr con éxito.

  • Establecer horarios para la extracción de leche

Muchas madres que vuelven al trabajo optan por continuar con la lactancia a través de la extracción de leche. Para conseguirlo de forma efectiva, es necesario planificar el tiempo para llevar a cabo la extracción en el lugar de trabajo. Establecer horarios específicos durante el día para la extracción de leche puede facilitar esta transición y a su vez, garantizar que el bebé pueda seguir recibiendo la leche materna.

  • Crear un ambiente adecuado para extraer la leche

Es imprescindible que las madres dispongan de un espacio privado y confortable donde sean capaces de extraer la leche de forma eficaz y sin sentirse incómodas. Además, es importante, que las empresas proporcionen condiciones que faciliten está práctica, como una sala de lactancia debidamente equipada. La confidencialidad y el respeto de la privacidad de la madre son fundamentales para reducir cualquier posible malestar durante este proceso.

  • Mantener la confianza en el proceso

La lactancia no siempre resulta sencilla, especialmente cuando se lleva a cabo de manera irregular. Las madres pueden sufrir cambios en la producción de leche mientras están trabajando y están separadas de sus hijos. No obstante, es fundamental que confíen en su cuerpo y en el proceso de adaptación. Si la lactancia exclusiva no es posible, no deben sentirse culpables. Lo fundamental es ofrecer lo mejor a su bebé y mantener la flexibilidad.

Manejo del estrés y de la presión

La vuelta al trabajo después de ser madre puede estar acompañada de altos niveles de estrés, dado que las madres tienen que asumir diversas obligaciones tanto en casa como en el trabajo. Este estrés puede afectar a la salud emocional y física de las madres, por lo que resulta esencial aplicar estrategias con el objetivo de poder manejarlo.

  • Delegar tareas y buscar apoyo: Uno de los primeros pasos para disminuir el estrés es aprender a delegar responsabilidades, ya sea en el trabajo o en el hogar. En casa, tener el respaldo de la pareja, de los familiares o de amigos para compartir las responsabilidades de la crianza y el cuidado del hogar puede aliviar la carga. Además, en el trabajo, es importante comunicar a los demás de forma clara cuáles son sus necesidades y sus expectativas, para evitar sobrecargarse con tareas adicionales.
  • Practicar la autocompasión: Para las madres que se sienten abrumadas por las expectativas sociales, laborales o familiares, la autocompasión es una herramienta esencial. Es importante recordar que es común y completamente normal no ser perfectas y que el equilibrio es un proceso que requiere tiempo y que contribuye  a disminuir la presión. Es fundamental permitirse equivocarse, cometer errores y descansar cuando sea necesario para poder mantener una salud mental óptima.
  • Buscar momentos para el autocuidado: Ser capaz de encontrar momentos para el autocuidado es fundamental para poder ofrecer lo mejor de uno mismo tanto en el ámbito laboral como en casa. Esto puede incluir el ejercicio físico, la meditación, la lectura o simplemente tomar un baño relajante. Además, es necesario que las madres busquen momentos para conectar consigo mismas y con sus necesidades emocionales, con el objetivo de recargar energías.

Fomentar la comunicación en el entorno laboral

Una de las estrategias clave para el regreso al trabajo es poder ser capaz de mantener una comunicación abierta tanto con los superiores como con los compañeros de trabajo. Las madres deben sentirse a gusto manifestando sus necesidades y aspiraciones, especialmente si se tienen niños pequeños que requieren cuidados especiales.

  • Hablar con el jefe sobre opciones laborales flexibles: Las madres que vuelven al trabajo pueden aprovechar acuerdos de trabajo flexibles, como el teletrabajo o los horarios de trabajo reducidos. Es importante mantener una conversación abierta con el empleado para explorar estas alternativas y ajustarlas a las necesidades familiares.
  • Establecer expectativas realistas: Durante el proceso de reincorporación laboral, es aconsejable definir expectativas realistas tanto para la madre como para sus compañeros de trabajo. Las madres pueden necesitar más tiempo para ajustarse al horario de trabajo y podrían no ser capaces de asumir la misma cantidad de trabajo que antes de ser madres.

Conclusión

El regreso al trabajo tras la maternidad es un proceso que requiere un equilibrio entre las exigencias del entorno de trabajo y las necesidades de la familia. Con las estrategias adecuadas, se puede disminuir el estrés y ajustar el regreso laboral de una forma positiva y sana. Desde la preparación anticipada hasta la gestión de la lactancia y la búsqueda de soporte emocional, cada madre posee la capacidad de encontrar el equilibrio que mejor se ajuste a su situación personal.

Al final, el objetivo es crear un entorno donde tanto la madre como el bebé puedan prosperar, garantizando que ambos tengan el espacio necesario para desarrollarse de manera saludable y satisfactoria.